Nacho Solozabal - La zurda asesina

Nacho Solozabal - La zurda asesina

Hoy seguimos contando más historias interesantes sobre algunos de los jugadores que de una manera u otra han sido fundamentales en la sección de Baloncesto del FC Barcelona.

Una sección que viviría un momento crucial en los años 80 con una generación de jugadores que por un lado rompieron la hegemonía del Real Madrid en la competición doméstica y por otro situaron al club en el mapa europeo del baloncesto europeo.

Y uno de esos jugadores fue Ignacio “Nacho” Solozábal Igartua, el cerebro de aquel magnífico equipo que maravillaría al mundo del baloncesto en el viejo continente en la década de los 80 y principios de los 90.

Un jugador que además desarrollaría toda su carrera en el club azulgrana, siendo todo un ejemplo no solo para los aficionados barcelonistas, pues Nacho es de esas personas entrañables, que hace que también sea respetado y querido por cualquier aficionado a este deporte, independientemente del equipo que seas.

Sin ir más lejos recibiría una gran ovación en su día en la cancha del eterno rival, no todos pueden presumir de ello, lo cual aún hace más grande su figura.

Nacería en Barcelona un 8 de enero de 1958 , hijo de una familia de vascos emigrados a la ciudad condal, como anécdota comentar que su padre fue un gran jugador de Pelotari, comentan que por cierto era muy bueno.

Se decantaría por el baloncesto, pero sin dejar sus estudios, de hecho su familia y sobre todo su madre estuvieron muy encima de Nacho para que siguiese estudiando , concluyendo sus estudios de Económicas.

Sus comienzos serían en el Colegio de los Maristas de San Juan de Barcelona, con los que llegaría a proclamarse campeón de España en la categoría de Minibasket.

Su juego empezaba a destacar, y en esto llegaría el ofrecimiento al FC Barcelona, quienes años más tarde lograrían incorporarlo a su plantilla, comenzando en las categorías inferiores del equipo.

Una de las condiciones impuestas por su padre, lo del tema de los estudios había sido una imposición materna era que se le pagase el taxi desde su casa al Palau.

En la historia de su fichaje al igual que en su día os contábamos con Andrés Jiménez llevaría la marca de Aito García Reneses, cuando a finales de los años 60, alertado por Paco Bernat y Xavier Añua, decidiría ir a verlo jugar, Nacho apenas era un pre adolescente, y por aquel entonces era de los más altos y espigados del equipo, jugando también como Epi y Jiménez en sus inicios como pívot.

Pero Aíto, todo un visionario, tras verlo jugar, les comentaría, que sí, que era muy bueno, pero que jugaría de base y sería el encargado de llevar la manija del equipo en el futuro, pronto se daría cuenta de su inteligencia, tema que lo haría ser la perfecta extensión del entrenador en la cancha.

Era tan bueno que ya entraría de cabeza en el juvenil B, para con 16 años ya empezar a entrenar con el primer equipo.

Su debut con el primer equipo se produciría la temporada 75-76, le llegaría, de la mano de Ranko Zeravica la oportunidad de debutar en el primer equipo, donde se mantendría como  uno de los grandes referentes durante las 16 temporadas que disputaría con el club blaugrana.

Formando junto a Epi y Sibilio una tripleta histórica, imposible pensar en uno de ellos y no pensar en los otros dos, Nacho, quizás no fuese tan mediático, pero quien estuvo dentro de ese vestuario sabe que su papel sería determinante en este gran ciclo del equipo blaugrana.

Se trataba de un jugador con una gran capacidad para asistir a sus compañeros, para sacar rápido el contraataque en transición, para penetras a canasta y dejar una de esas bandejas marca de la casa, y tan difícil de taponar debido a que era zurdo, y quien además tenía un tiro muy aseado, aunque él comentase que siempre sería uno de los aspectos más débiles de su juego.

Su primer título con el club azulgrana sería la Copa del Rey de 1978, en la que apenas jugaría, contribuyendo a la victoria azulgrana ante el Real Madrid con 2 puntos.

Ya a partir de la temporada 1979-80, empezaría a contar con muchos más minutos, ya que ese verano, Miquel López Abril, quien era el base titular del equipo ficharía por el Básquet Manresa.

Al igual que Epi, como ya  vimos en el artículo dedicado a su figura hace unas semanas formaría parte de esa plantilla que conquistaría hasta 6 Copas del Rey consecutivas.

Sus números en las siguientes ediciones de Copa ya serían mejores, pues poco a poco iría consolidándose dentro del equipo, y ya con la marcha de López Abril quedaría como base titular.

 

Final 1978-79: 10 puntos (FC Barcelona 130-CB Tempus 113)

Final 1979-80: 8 puntos (FC Barcelona 92- Básquet Manresa 83)

Final 1980-81: Sin anotar ( FC Barcelona 106- Real Madrid 90)

Final 1981-82: 10 puntos (FC Barcelona 110-Real Madrid 108)

Final 1982-83: 9 puntos (FC Barcelona 125- CB Inmobanco 93)

 

Aunque hay que reconocer que su trabajo principal no era el de anotar, para ello ya había otros jugadores, su misión era la de hacer jugar al equipo, dar asistencias, y llegado el caso si le llegaba alguna pelota lanzar, pues su tiro sin ser el de Epi o Sibilio  era bastante correcto.

En 1980 jugaría con la Selección Española en los Juegos Olímpicos de Moscú, su primera gran cita internacional, quedando en la cuarta posición, siendo apeados del podio por la selección de la URSS.

Su papel entonces no era muy grande, pues la selección contaba con Juan Antonio Corbalán en esa posición, quien era sin lugar a dudas uno de los mejores bases dentro del viejo continente.

Sin duda la pareja Corbalán-Nacho Solozábal una de las mejores de la historia del baloncesto español, al menos en lo que a inteligencia se refiere.

Apenas jugaría 10 minutos de media en los 8 partidos disputados, firmando 4 puntos y algo más de 1 asistencia.

En 1981 caería la primera de las 6 ligas que conquistaría con el club de sus amores, participando también con la selección en el europeo de 1981 de Checoslovaquia, donde quedaría otra vez a escasos cms del podio, en este caso serían los anfitriones los que los dejarían sin en el preciado metal.

Pero Nacho seguía acumulando minutos y experiencia, siempre calladito, en un segundo plano, pero poco a poco convirtiéndose sin duda en uno de los líderes tanto de su club como de la selección.

En 1982 en el Mundial de Colombia,  tendría un  papel más destacado, anotando 8 puntos de media, mostrando una gran efectividad en el tiro (85,7%), lo cual estaba muy bien, teniendo en cuenta que quienes repartían el bacalao eran Epi, Sibilio, Fernando Martín, Brabender y Corbalán.

 

Lo importante es que Nacho estaba ahí, siempre dispuesto para poder dar unos buenos minutos de descanso a Corbalán, dentro de un rol que no era fácil, ganándose la confianza de Antonio Díaz Miguel, quien sabía que podía contar con él en cada momento en que lo necesitase.

Por fin en 1983, y tras coquetear demasiadas veces ya con el metal, se colgaría la plata en el Europeo de Nantes.

Con los blaugrana conquistaría su segundo título liguero, el del famoso partido de desempate contra el Real Madrid en Oviedo.

Solozábal jugaría un gran partido, controlando el partido, y sabiendo qué le convenía a su equipo en cada momento, un partido en el que Epi con 26 puntos y Sibilio con 22 serían los ejecutores del conjunto blanco, comandado por un gran Iturriaga, autor de 24 tantos.

 

Con la selección en el famoso verano de 1984 se colgaría nueva plata formando parte de aquella selección que nos levantaría a los que ya tenemos una edad de la cama en aquella mítica final de los JJOO de Los Ángeles contra aquella selección norteamericana comandada por un tal  Michael Jordan.

Ya con el equipo barcelonista lideraría a aquel equipo que traería para el Club su primer título a nivel europeo, en la que vencerían al Zalguiris de un joven y emergente Sabonis y un estratosférico Kurtinaitis.

Solozábal imprimiría un ritmo de juego adecuado al equipo, finalizando el partido con 12 puntos, 3 rebotes y 3 asistencias, con una gran serie de 2/2 en tiros de dos, ½ en t3 y 4/4 en libres.

Título que repetirían la siguiente campaña, tras imponerse en esta ocasión al Scavollini por 101 a 86.

Una final en la que Aito, quien había llegado ese verano al equipo lo haría salir de suplente, siendo Seara el base titular, con la idea de imprimir un ritmo más alto al juego en el inicio del partido y ocuparse la principal amenaza anotadora del conjunto italiano, Zam Frederick, quien finalizaría el partido con 32 puntos.

Finalmente la segunda gran parte de los de Aito, les daría un nuevo título, Solozábal firmaría 10 puntos y 4 rebotes.

Ese verano Nacho disputaría un nuevo mundial, el de España, teniendo como el resto del equipo una actuación muy gris.

La siguiente temporada viviría quizás a nivel colectivo el mejor año, conquistando la Liga, Korac y Copa. Sería el primer título liguero bajo la denominación de  ACB.

Contribuyendo en Liga con 8.4 puntos por partido, firmando un 60% en t2, casi un 50% en t3 y algo más de un 80% en libres.

En la final de Copa, en la que se impondrían al Ron Negrita Joventut, sería uno de los destacados con 11 puntos, 5 balones robados y 2 asistencias.

También tendría un papel destacado en el primer partido de la final contra en Limoges en la Copa Korac, y en el que prácticamente los azulgrana dejarían sentenciada la final, tras imponerse por 21 puntos.

Anotando 8 puntos, repartiendo 5 asistencias, recuperando 4 pelotas y robando 2 balones.

Jugaría el que sería su último europeo con la selección, acariciando nuevamente el metal, perdiendo en el tercer y cuarto puesto ante Yugoslavia, Solozábal firmaría una de sus mejores actuaciones a nivel individual durante este torneo, donde ya no estaba Corbalán, promediando 8.4 puntos por partido.

La siguiente temporada, la 87-88 viviría uno de esos momentos mágicos, que todo jugador querría vivir y protagonizar, y por el que se ganó un hueco en el corazón de todo aficionado culé al mundo de la canasta.

Sí, me estoy refiriendo, a esa canasta ganadora cuando el partido ya agonizaba en aquella final de Copa del Rey ante el Madrid disputada del 22 de diciembre de 1987 en el pabellón de Pisuerga en Valladolid, ese día a Solozábal se le apareció la lotería en forma de triple milagroso.

La jugada muchos ya sabréis como fue, pero no está mal volverla a recordar, ya de paso también para los más jóvenes, la cosa fue así:

“El equipo blaugrana sacaba de banda a falta de 11 segundos para finalizar el partido, dos puntos abajo, tras una falta sobre el propio Solozábal, tras intentar entrar a canasta.

Se ordena jugada en principio todo apunta claramente para Epi o Sibilio, hasta ese momento máximos anotadores del equipo con 18 puntos.

El balón le llega a Solozábal quien inicia jugada, se mueve Epi buscando salida por la línea de fondo, sin éxito, Nacho le pasa la pelota a Jiménez en el lateral derecho, quien tras ver a Sibilio al centro-lateral izquierdo, esperando en la línea de 3 le pasa el balón, pero el dominicano   marcado por Alexis y ayudado por Fernando Martín amaga bota, y se la pasa a Solozábal que estaba solo en el lateral derecho.

Llorente, quien había quedado en la zona marcando a Norris, ya que Martín había ayudado a Alexis en el marcaje a Sibilio, saldría disparado como una bala, y mirad que era rápido (cabe recordar que comparte genética con Paco Gento, un futbolista de los años 50 y 60 , al que que apodaban la Galerna del Cantábrico) pero ya era tarde, pues en ese momento  volaba el triple de Solozábal, deteniéndose el tiempo por un momento, hasta que la pelota entró y el equipo blaugrana se hacía con su 15º título.

Solozábal levantaba los puños al aire hasta en dos ocasiones, el tiempo necesario para que llegasen Epi y Sibilio los primeros y luego el resto para abrazarlo y felicitarlo, pues no era para menos.

Firmaría además un muy buen partido, anotando 15 puntos para su equipo.

Un título que vendría acompañado del de Liga, en una temporada en la que Nacho promediaría algo más de 11 tantos, destacando el casi 60% en t2 y 85% en t3. Este año estaría un poco más flojo en en lanzamiento de tres

Ese verano disputaría sus terceros y últimos Juegos Olímpicos, los de Seúl, firmando un torneo muy completo aportando algo más de 5 puntos, de 4 asistencias y de 2 rebotes en los 8 partidos disputados.

Tendría una triste despedida, pues el equipo quedaría fuera en los ¼ de final contra Australia, por tan solo 3 puntos.

Sería su último partido oficial con la selección, pues no acudiría al Europeo de 1989, y renunciaría también al Mundial del 1990 celebrado en Argentina , debido a motivos personales y a al gran sobrecarga de partidos.

9 años desde su debut en la primavera de 1980, hasta su último partido también en una primavera, la de 1989, con un total de 142 internacionalidades y 2 medallas de plata.

La siguiente temporada el equipo repetiría título liguero, en la famosa Liga “Petrovic”, promediando Solozábal algo más de 10 puntos por partido ( más de un 40% en t3, casi un 60% en t2 y casi un 80% en tl).

Sería pieza importante en el quinto y definitivo partido de la serie contra los blancos, anotando 12 puntos, además de 4 rebotes y 3 asistencias, según propias palabras, el mejor partido que haya jugado.

En Copa caerían ante el Madrid, cayendo también en la semifinal de la Copa de Europa ante la Jugoplastika, equipo que también se cruzaría en su camino en las ediciones de 1990 y 1991, aunque en este caso en la final, para dejarlos sin tan ansiado título.

Comentar que en los enfrentamientos del equipo azulgrana de esta época contra la Jugoplastika una de las obsesiones de Boza Maljkovic, entrenador de los de Split era el anular a Solozábal, a quien consideraba el verdadero motor del equipo.

Es más tras ser destituido de su cargo como entrenador de los azulgrana llegaría a decir “por qué no podrían ser el resto de jugadores como Nacho”.

Repetiría titulo liguero la siguiente temporada, esta vez ante el Ram Joventut, firmando casi 12 puntos, 3.6 asistencias y 1.8 rebotes por encuentro.

Sería su sexto y último título de Liga, pero no su último título como azulgrana, que sería el de Copa de 1991 en Zaragoza ante el Estudiantes Caja Postal, y en el que se iría hasta los 8 puntos y 4 rebotes.

La temporada 1991-92 sería la última del gran capitán blaugrana, un año en el que el equipo sería incapaz de despedirlo con un gran título, teniendo una despedida un poco triste, teniendo en cuenta la figura de este jugador, una despedida un tanto abrupta además pues contra todo pronóstico y en una decisión un poco soprendente, no sería renovado por el club.

Solozábal estaba dispuesto a rebajarse su salario y seguir aportando su trabajo y experiencia desde un segundo plano, pero sin embargo esta opción no entraba dentro de los planes de Aito García Reneses.

Nacho quería seguir en el club, pero no pudo ser, se ponía fin a una exitosa y prolífica relación de 15 años, y aunque tuvo ofertas encima de la mesa entendió que lo mejor era poner fin a su carrera como profesional.

Desde el club se alegó una tema presupuestario, es de sobras reconocido que en aquellos primeros años 90 se entró en una época de vacas flacas, por el que finalmente acabarían llegando jugadores norteamericanos de medio pelo, cuando el resto de equipo europeos, especialmente italianos y griegos tiraban la casa por la ventana.

De hecho, el club no podría luchar ni acometer fichajes como el Kukoc, Radja o Volkov, apostando por los Fisher, Jones o Coleman entre otros.

Pero por ejemplo Montero, quien había llegado hace dos temporadas al equipo, sin ser ese jugador estrella que todos esperábamos estaba en los 100 millones por temporada, cuando Solozábal, con 15 años de intachable servicio y llevando el timonel del equipo en esta época dorada del club apenas llegaba a los 50. 

Un Solozábal, quien durante los 15 años que había permanecido en el primer equipo, había aceptado, la llegada de otros bases al equipo con fichas algunos superiores a las de Él.

Creu, Seara, Costa o Montero llegarían al equipo, pugnando con Solozábal la disputa de ser el base titular , pero nadie supo manejar al equipo con la maestría de Nacho. Se hablaría y todo de un presunto interés por parte del Madrid y del Taugrés de Vitoria, y el Barcelona le ofrecería un cargo como Gerente de la sección, pero según palabras textuales “por dignidad” no lo aceptaría.

En ACB serían un total de 9 temporadas, con un total de 350 partidos, firmando algo más de 10 puntos, 2.2 asistencias y 1.9 rebotes.

Además de dejarnos dos récords, el de ser el jugador que más asistencias ha dado en  los Playoffs finales (29) y de balones recuperados con 46.

6 Ligas, 9 Copas, 2 Recopas y 2 Korac, de un equipo del que sería el motor en la pista y el alma fuera de ella, el equipo se quedaba sin duda alguna un poco más huérfano, su salida provocaría un gran vacío, ya que su figura era muy difícil de suplir, se iba mucho más que un jugador.

Pero no todo sería negativo ese año, pues sería la primera persona en portar la antorcha olímpica tras su llegada en Barcelona, momento antes de dar inicio a los JJOO de Barcelona.

 

Una vez abandonada la práctica profesional del deporte de la canasta, Solozábal tenía bien claro que quería seguir ligado al mundo de la canasta, su gran pasión, decidiendo poner en marcha junto a su gran amigo Perico Ansa una escuela de baloncesto para niños en Barcelona, vinculada a la Federación Catalana de este deporte, con la cual colabora.

En la actualidad la forman 3100 niños, a los que se le enseña principios técnicos, fundamentos individuales, técnica individual y táctica de equipo.

Además de cooperar como Asesor con la Escuela del Barça.

Y es que tal su pasión por este deporte, que también lo han llevado a colaborar con diversos medios informativos como TV3 y el Diario Sport, y la verdad es que lo hace francamente bien.

Y es que pocos jugadores han tenido dentro del baloncesto español una cabeza tan privilegiada y amueblada como Solozábal, todo un ejemplo tanto dentro como fuera de las canchas, de ahí lo que siempre comento, de la importancia de que todo deportista debe ir planificando con antelación su futuro en la vida de a pie, una vez colgadas las zapatillas.

Y es que su importancia ha sido tal, aunque a veces, como habíamos visto en el caso de Andrés Jiménez pienso que su trayectoria y figura ha sido infravalorada, que en el año 2006, con 14 años de retraso el Club decidiría retirar su camiseta, pero al fin se había hecho justicia, ya saben eso de que más vale tarde que…

Sería en el transcurso de un partido celebrado el 08 de octubre ante el Gran Canaria, allí recibiría un cálido baño de masas, siendo el tercer jugador en lograr la retirada de la camiseta, años más tarde se uniría Dueñas y más recientemente Epi.

Y eso no es todo, hasta la Asociación de Ex jugadores del Real Madrid le rendirían un homenaje, a pesar de ese triple, y es que cuando una ve a Nacho siente que se trata de una buena persona, humilde, sencilla, cercana, creo y sin miedo a equivocarme que no hay persona alguna que la conozca sobre la faz de la tierra a la que pueda caer mal.

Ha sido todo un placer poder escribir sobre su figura, siendo sin duda alguna por trayectoria el mejor base en la historia de la sección del FC Barcelona.

 


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